El documento analiza el potencial de las pymes como agentes clave para el desarrollo territorial y el cambio estructural, destacando la necesidad de aumentar su productividad a través de políticas adecuadas en financiamiento, formación y tecnología. Se enfatiza que la competencia actual se basa en la adaptación a la innovación y la mejora continua en productos y procesos. Además, se menciona la importancia de reconocer la heterogeneidad de las pymes para aplicar políticas coordinadas y efectivas.