El nuevo RDA (Resource Description and Access) introduce una reestructuración centrada en elementos y permite una mayor personalización y claridad en las directrices. Se aleja de un formato lineal tradicional y se organiza en cuatro partes principales: entidades, directrices, políticas y recursos, incluyendo múltiples modos de registro de datos. Esta versión también enfatiza la importancia de los perfiles de aplicación y las opciones condicionales para mejorar la catalogación en bibliotecas y recursos culturales.