El documento detalla la transformación de Citi en Argentina tras la crisis de 2001, donde perdió la confianza de los clientes y tuvo que cerrar sucursales y adaptarse al nuevo entorno. Citi apostó por un resurgimiento a través de un enfoque centrado en el cliente, innovando en comunicación y ofreciendo productos personalizados, logrando así una recuperación significativa de su satisfacción y market share. Hoy en día, Citi destaca por su alto índice de satisfacción del cliente de 8.3, simbolizando su éxito en redefinir la relación bancaria con un enfoque de lifestyle marketing.