El documento reflexiona sobre la evolución personal en el desarrollo de competencias tecnológicas a través del programa tit@, destacando la incapacidad de este para abordar el diseño de actividades específicas de aprendizaje en química, como animaciones y simulaciones. El autor menciona que aunque ha mejorado en competencias tecnológicas generales, aún carece de la integración eficaz entre tecnología, contenido y pedagogía. Además, se considera que la metodología del programa no es adecuada para fomentar un cambio profundo en el sistema de conocimiento del profesor.