Este decreto reforma el Artículo 345 del Código Penal de El Salvador para endurecer las penas contra las agrupaciones ilícitas como las maras y pandillas. Ahora se consideran ilícitas aquellas agrupaciones cuyo objetivo sea cometer delitos o que utilicen medios violentos. Se aumentan las penas de prisión para los miembros y líderes de estas agrupaciones y se agregan penas mayores para quienes recluten menores de edad.