Los principales reinos germánicos en la Europa occidental incluyeron los visigodos en Hispania, los francos en Galia, los vándalos en el norte de África y los ostrogodos en Italia. El reino de los francos estuvo gobernado por la dinastía Merovingia, cuyo líder más importante fue Clodoveo I, quien unificó a los francos y se convirtió al cristianismo. Los mayordomos, funcionarios reales con gran poder, eventualmente asumieron el control del reino, incluyendo a Pipino de