El conductismo es una corriente psicológica que estudia la conducta mediante la relación entre estímulos y respuestas, influenciada por los experimentos de Pavlov y definida por Watson y Skinner. Sus características principales incluyen el condicionamiento clásico y operante, donde el aprendizaje se deriva de la asociación de estímulos y la influencia de refuerzos. Este enfoque pragmático del conocimiento busca explicar el comportamiento humano a través de la observación y la experimentación, alejándose de explicaciones mentalistas.