La conferencia de Río de Janeiro de 2012 reitera el compromiso global hacia el desarrollo sostenible, enfatizando la erradicación de la pobreza y la necesidad de integrar aspectos económicos, sociales y ambientales. Se destaca que la cooperación internacional es esencial para enfrentar los desafíos persistentes y emergentes relacionados con el desarrollo, incluyendo el cambio climático y la desigualdad social. Los líderes reafirmaron su compromiso de adoptar medidas concretas que permitan un desarrollo equitativo y respetuoso con los derechos humanos y el medio ambiente.