El documento analiza la iniquidad a través del pasaje de Isaías 53, enfatizando su impacto en la vida espiritual y la necesidad de deshacer las obras del diablo. Se plantea que la iniquidad se manifiesta como conductas repetitivas de pecado que afectan a las generaciones y propone un enfoque en identificar y desarraigar estas raíces para lograr la victoria espiritual. Además, se cuestiona el sufrimiento de los cristianos y se ofrece un llamado a vivir en justicia y como instrumentos de Dios.