El humanismo surgió en el siglo XV en Europa como una filosofía que enfatizaba la dignidad y el valor de la persona. Se desarrolló a partir del renacimiento de los estudios clásicos griegos y romanos, que subrayaban el valor intrínseco de lo clásico más allá de su importancia religiosa. El movimiento humanista cuestionó algunos abusos de la Iglesia y promovió el pensamiento individual sobre la base de que los seres humanos poseen racionalidad para buscar la verdad por sí mismos.