Dimas y Gestas fueron los ladrones crucificados junto a Jesús, pero tuvieron diferentes reacciones. Mientras Gestas se burló de Jesús, Dimas reconoció que Jesús era inocente y el Hijo de Dios. Como resultado, Jesús le prometió a Dimas que ese día estarían juntos en el paraíso. El documento insta a los lectores a arrepentirse de sus pecados y cambiar sus vidas como hizo Dimas.