Este documento presenta cinco ejemplos de milagros marianos donde María ayudó a devotos que se encontraban en peligro mortal o en situaciones desesperadas. También advierte que aunque María puede ayudar a través de milagros, no se debe pecar contando con su protección, sino más bien se debe amar a Jesús y cumplir sus mandamientos. Finalmente anima al lector a dejar el pecado y encomendarse a María para que los guíe hacia el cielo.