El discurso aboga por la paz a través del diálogo y el respeto mutuo en lugar de la violencia. Argumenta que la falta de respeto y la incapacidad de resolver los problemas de manera pacífica están destruyendo el mundo. En su lugar, propone que los líderes mundiales promuevan la educación basada en el respeto y la tolerancia para eliminar la necesidad de armas, y que el diálogo pacífico es la mejor forma de resolver conflictos sin dañar a nadie.