La seguridad informática tiene como objetivo proteger la infraestructura computacional, los usuarios y la información de una organización de posibles amenazas internas y externas. Las amenazas internas generalmente son más graves debido al conocimiento que tienen los usuarios o personal técnico de la red, mientras que las amenazas externas provienen de fuera de la red. Algunas amenazas comunes incluyen usuarios maliciosos, programas maliciosos como virus o spyware, y errores de programación que pueden ser explotados por atacantes.