El documento destaca cinco elementos clave del servicio al cliente: productos de calidad, procedimientos ágiles, instalaciones limpias, información precisa y un personal capacitado. En un entorno competitivo, la agilidad y la atención al cliente son cruciales para generar una buena impresión y mejorar la experiencia del cliente. La interacción y el dinamismo del vendedor son esenciales, ya que la percepción del cliente puede depender tanto de la calidad del producto como del trato recibido.