El documento resume ocho desafíos clave para la educación en el siglo 21: 1) privilegiar el desarrollo sobre el aprendizaje, 2) abordar al ser humano en su complejidad, 3) priorizar el trabajo en competencias básicas, 4) desarrollar mayor diversidad y flexibilidad curricular, 5) formar sujetos más autónomos, 6) favorecer el interés por el conocimiento, 7) favorecer la solidaridad y la diferenciación individual, y 8) desarrollar la inteligencia intra e interpersonal.