El documento examina los rasgos distintivos de la pintura barroca cusqueña y su evolución en el Perú, destacando la influencia de artistas como Diego Quispe Tito y Basilio de Santa Cruz Pumacallao. Se enfoca en las características del arte barroco, incluyendo su temática religiosa y la representación verosímil de la realidad, así como la fusión de elementos indígenas y europeos. Además, menciona el papel pedagógico de la pintura en la adquisición de una identidad cultural en un contexto de sincretismo entre tradiciones.