La sucesión de Fibonacci comienza con 0 y 1, y cada número siguiente es la suma de los dos anteriores, con numerosas aplicaciones en ciencias y biología. Fue introducida en Europa por Fibonacci en 1202, basado en un problema de cría de conejos, aunque su descripción anterior se encuentra en matemáticas de la India. La sucesión posee diversas propiedades matemáticas, como la aproximación a la relación áurea y la representación de números naturales mediante sumas de sus términos.