La transición política a la democracia en España se produjo entre 1975 y 1978, culminando con la aprobación de la Constitución Española de 1978. El proceso se caracterizó por un consenso entre las élites franquistas y la oposición democrática, llevando a una "ruptura pactada" del régimen franquista y el establecimiento de la democracia a través de reformas graduales y elecciones libres que condujeron a la nueva Constitución.