La constitución de Cádiz de 1812 estableció los principios de soberanía nacional, derechos fundamentales como la libertad de expresión, y división de poderes en España. Aunque la constitución no pudo aplicarse debido a la guerra, algunos de sus artículos sobre la ciudadanía española, el poder judicial, y la privacidad del hogar permanecieron en las constituciones de 1837 y 1845.