La administración pública ha evolucionado desde la revolución industrial para adaptarse a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que son fundamentales para el funcionamiento del Estado en la era de la globalización. Las TIC han generado un impacto significativo en el sector privado y la administración pública debe implementar estrategias para modernizarse y aprovechar las TIC para impulsar el desarrollo económico de una manera eficaz y próspera. Planificar y gestionar la infraestructura TIC de una organización requiere