El documento discute los riesgos potenciales de las redes sociales y la tecnología para las relaciones interpersonales y el desarrollo de los individuos, especialmente de los niños. Señala que el abuso de la tecnología puede afectar las relaciones, y que sin supervisión adecuada puede generar comportamientos erróneos o dependencia a los juegos en línea. También describe el control parental como una herramienta para limitar el acceso de menores a contenidos inapropiados y regular el tiempo dedicado a actividades en línea.