Este documento critica duramente a las personas cicateras y mezquinas que actúan de forma inmoral y dañina hacia los demás. Describe a tales individuos como tenedores de humo venenoso que huyen de la moral y la honestidad, propagando cuervos y maldad dondequiera que vayan. Aunque traten de ocultarse bajo apariencias superficiales, su verdadera naturaleza despierta solo repulsión.