La autoestima se refiere a cómo una persona se valora y acepta a sí misma. Tiene componentes sociales, académicos, familiares e imagen física. Una autoestima alta significa que la persona se ama y acepta tal como es, mientras que una baja autoestima implica no amarse ni aceptarse a uno mismo. Las características de una alta autoestima incluyen saber reconocer las propias fortalezas y debilidades, sentirse cómodo consigo mismo, y participar en nuevos desafíos.