La Web 1.0 limitaba a los usuarios a leer información estática usando HTML. La Web 2.0 permitió el intercambio de información entre usuarios y la interacción en redes sociales a través de plataformas como Facebook, aunque la arquitectura subyacente siguió siendo la misma. La Web 3.0, también conocida como Web semántica, permitirá que usuarios y equipos interactúen con la red a través de lenguaje natural interpretado por máquinas.