El tobillo está formado por 3 huesos: el peroné, la tibia y el astragalo. Contiene músculos extrínsecos e intrínsecos que permiten movimientos como la flexión y extensión. La articulación del tobillo está estabilizada por ligamentos como el ligamento lateral externo, el ligamento deltoideo y el ligamento tibioperoneal. La irrigación sanguínea proviene de las arterias femorales y poplíteas, y está inervado por nervios como el tibial anterior y el tibial posterior.