Este documento argumenta que la tolerancia de lo intolerable en la educación, como la presencia dominante de la iglesia católica y la educación confesional en las escuelas públicas, es injusta y va en contra de los principios democráticos y la igualdad de derechos. Pide eliminar la religión del currículo escolar público y financiar la educación solo de manera laica para garantizar la libertad de conciencia de todos los estudiantes.