Este documento denuncia la financiación pública de escuelas religiosas en España, que vulnera principios de igualdad y justicia. Se admite sin cuestión la segregación del alumnado por creencias en la escuela pública. Un estado democrático debería garantizar la no imposición de adoctrinamiento en la escuela. La iglesia católica goza de privilegios fiscales, simbólicos y jurídicos en contra de la neutralidad del estado. Se exige a los políticos un compromiso claro con la tolerancia y pluralismo ideoló