La drogadicción es una enfermedad crónica que generalmente no tiene cura, pero puede ser tratada exitosamente. El tratamiento para la drogadicción involucra una combinación de terapias conductuales y medicamentos, y debe adaptarse a cada paciente y sus problemas médicos y mentales asociados. Las personas en recuperación están en riesgo de recaer por años, por lo que el tratamiento debe ser continuo para mejorar las posibilidades de recuperación a largo plazo.