ABEL ENRIQUE SINNING CASTAÑEDA
asinning@hotmail.com - abensica@yahoo.com
Colombia

UN GOBIERNO CONTRA SUS FUERZAS
ARMADAS
Santos tiene problemas para cohesionar el Ejército, no porque esté en contra del proceso de paz, ni mucho
menos, ni porque exista ruido de sables o amenaza de ruptura constitucional. ¡No! Los militares
colombianos son respetuosos del poder civil y se someten al estado social de derecho, pero les preocupa cuál
será el tratamiento político y jurídico que recibirán una vez se llegue a un “acuerdo de terminación del
conflicto” con las FARC y cuál será el futuro de su institución.
Es obvio. La experiencia demuestra que los militares van a la cárcel y los exguerrilleros al poder. Mientras
los que enfrentaron a los criminales son perseguidos y privados de la libertad, muchas veces injustamente,
quienes se dedicaron a extorsionar, asesinar, masacrar, violar, traficar drogas, enriquecerse ilícitamente y
reclutar niños van directo al Congreso, ministerios o a la Presidencia de la República. A las Fuerzas
Armadas las estigmatizan, las califican de instrumentos de terror estatal, y a los terroristas los exaltan como
estadistas hasta graduarlos de héroes. Mientras a los soldados se les excluye, señala y repudia, a los
criminales se les convierte en referente moral.
Por eso la posición del saliente comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, era clara: no
se puede negociar a las FF.MM. en La Habana. Su planteamiento, compartido por un amplio sector de las
fuerzas, es que no se deben pactar reformas al estamento castrense con Timochenko. ¿Razonable? ¡Por
supuesto! Aceptarlo implicaría que son las FF.MM. las causantes de la violencia y por eso se deben
intervenir de común acuerdo con los terroristas.
Además, significa admitir que por ese camino la suerte jurídica de los militares no se resuelva en el
Congreso ni en las cortes y dependa de Márquez y Catatumbo. ¡Triste historia! Los militares y policías que
ofrendaron su vida en defensa de los derechos de los ciudadanos dependen ahora de las FARC. ¡Victoria
fariana!
En los pasillos del Ministerio de Defensa y entre altos oficiales se menciona que la barrida a Barrero tiene
que ver con que, en el evento de rendición de cuentas efectuado hace tres semanas por el sector defensa, el
comandante se atrevió a decir públicamente al presidente Santos que las FF.MM. no podían ser objeto de
negociación en La Habana. Todo el resto que rodea su salida es escenografía montada con el cuidado que
permitiera distraer la verdadera razón.
Esas mismas fuentes reconocen que Barrero se salió del guión no sólo por su criterio frente al uso de la
fuerza en el marco del DIH contra las bandas criminales, cosa que Sergio Jaramillo veta aún por encima del
ministro Juan Carlos Pinzón, sino porque en una reciente reunión con presencia de varios generales en
Villavicencio, que congregaba comandantes del Comando Conjunto del Suroriente, Barrero intervino
públicamente después de Jaramillo con observaciones que aumentaron la inconformidad de ese sector del
Gobierno.

313-6278003

313-6257840
ABEL ENRIQUE SINNING CASTAÑEDA
asinning@hotmail.com - abensica@yahoo.com
Colombia

La preocupación de los militares tiene fundamento. En el marco jurídico para la paz, nombre pomposo con
el cual se bautizó la reforma constitucional que permite la impunidad para las FARC, metieron un mico que
al parecer el Mindefensa aún no ve o ayudó a redactar: “Una ley estatutaria podrá autorizar que, en el marco
de un acuerdo de paz, se dé un trato diferenciado para los distintos grupos armados al margen de la ley que
hayan sido parte en el conflicto armado interno y también para los agentes del Estado, en relación con su
participación en el mismo”. Sí, en “en el marco de un acuerdo de paz”, es decir, en el contexto de un
Acuerdo en La Habana con las FARC, se definirá el tratamiento jurídico para policías y militares, una
interpretación que se debe objetar.
Tan honda es la preocupación en las filas, que el general, en su carta de despedida, luego de advertir que las
FF.MM. están inmersas en una “coyuntura especial”, reconoce que tiene "la esperanza de que, con la unión
de esfuerzos y el compromiso que nos caracteriza, nuestra institución no será objeto de negociación en
escenario alguno, presente o futuro y bajo ninguna circunstancia”.
Y más adelante, en la misma comunicación, Barrero pide el apoyo para la gestión del general de la Reserva
Activa Jorge Enrique Mora, a quien reconoce la calidad de “representante en la mesa de conversaciones de
La Habana”. Luego es evidente que la posición de Mora es la misma de Barrero. Al sacar a este se pretende
romper esa llave y quitar el bastión sobre el que Mora se espera sostenga una fuerte posición de defensa de
los intereses militares en la mesa con las FARC.
Es forzoso entonces interrogarse sobre si lo que se buscaba al sacar a Barrero es debilitar a Mora. Este
general, serio, respetado y escuchado por activos y retirados, es garantía; no obstante, juega solo, es decir,
tiene que enfrentar la laxitud característica de Sergio Jaramillo en estos temas, el afán de Santos de firmar lo
que sea y la codicia del Secretariado que ve en el proceso la oportunidad de pasar una cuenta de cobro y
destruir a las fuerzas militares. No hay que olvidar que para los comunistas la “solución política negociada”
no es más que una forma lucha revolucionaria.
El mensaje de Barrero no debió fastidiar al presidente a menos que el temor de los militares corresponda a la
realidad, caso en el cual la falta de transparencia del Gobierno no sería otra cosa que una emboscada. Con
habilidad se trataría de adormecer a los militares para llevarlos a un escenario adverso en el que se imponga
la transformación de las fuerzas armadas, diseñada a dos manos con las FARC, así se presente de otra forma
por el Gobierno.
Los militares y policías no son deliberantes. ¡No deben serlo! Les corresponde abstenerse de participar del
debate partidista y están destinados a cumplir su labor en el marco del objetivo político fijado por el
presidente. Eso no se discute. Pero tampoco caer en el extremo de pretender su silencio absoluto cuando se
trata de sus garantías judiciales y del futuro de la propia institución.

313-6278003

313-6257840

Más contenido relacionado

PDF
Kienyke.docx me declaro etc
PDF
LA PAZ
PDF
Colombia patria o muerte transaremos
PDF
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTA D.C., SALA DE JUSTICIA Y PAZ...
PDF
Panico a la paz por joaquin villalobos fip
DOCX
Una nueva esperanza de paz para el pais
PDF
Entrevista exclusiva al máximo comandante del eln
DOCX
Ensayo ¿Se podrà alcanzar la paz?
Kienyke.docx me declaro etc
LA PAZ
Colombia patria o muerte transaremos
TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL DE BOGOTA D.C., SALA DE JUSTICIA Y PAZ...
Panico a la paz por joaquin villalobos fip
Una nueva esperanza de paz para el pais
Entrevista exclusiva al máximo comandante del eln
Ensayo ¿Se podrà alcanzar la paz?

La actualidad más candente (19)

PDF
El informador29
PDF
IV CHALUPA - MITOS y realidades del proceso de PAZ
DOCX
Ejército regular
DOCX
Ensayo sobre el tratado de paz y el plebicito 2016
PDF
Conflicto armado y medios de comunicación.
DOCX
Puntos clave proceso de paz 2013
PPTX
Dialogos de paz
PDF
Nicolás esgerra
PDF
Boletin 230
PPS
Colombia Sin Piedad
PDF
La guerra de los pobres
PDF
En eEn el lMeta el pacto de no agresión entre los bandos ilegales, es pegad...
DOCX
A los colombianos
PDF
Segunda Declaración de la Selva Lacandona
DOCX
Tratado de paz en Colombia
DOCX
El conflicto, callejon con salida..docx 2da entrega
PPTX
Proceso de paz en colombia
DOCX
El salvador acerca del pacto
El informador29
IV CHALUPA - MITOS y realidades del proceso de PAZ
Ejército regular
Ensayo sobre el tratado de paz y el plebicito 2016
Conflicto armado y medios de comunicación.
Puntos clave proceso de paz 2013
Dialogos de paz
Nicolás esgerra
Boletin 230
Colombia Sin Piedad
La guerra de los pobres
En eEn el lMeta el pacto de no agresión entre los bandos ilegales, es pegad...
A los colombianos
Segunda Declaración de la Selva Lacandona
Tratado de paz en Colombia
El conflicto, callejon con salida..docx 2da entrega
Proceso de paz en colombia
El salvador acerca del pacto
Publicidad

Similar a UN GOBIERNO CONTRA SUS FFAA (20)

PDF
Ensayo Grupos Paramilitares - Estrategia Estatal
DOCX
A santos le importa un rábano el rompimiento de la tregua
PDF
La paz de Santos a bajo costo y con profundización de la militarización
DOCX
Características del conflicto armado en Colombia.docx
PDF
Postura expositiva de la legitimidad del conflicto armado en colombia
DOCX
Reseña libro tierra, conflicto y posacuerdo
PDF
Taller Profesora Sandra Ximena Caicedo respuestas
PDF
tablas de analisis pt.1
DOC
Algunas consideraciones sobre diversos temas del acuerdo entre las farc y el ...
PDF
Ensayo Paramilitrarismo
PDF
NOTA SOBRE LOS BORRADORES DE LA HABANA … HASTA AHORA
DOCX
Resolución del rol del caso aplicando lecturas leidas en el 1 50%
PDF
¿Negociando la paz con el enemigo adentro? El poder de perjuicio de los milit...
PDF
Comunicado de las Farc
DOC
Boletin 162 de mano en mano
PDF
Gobierno de colombia & farc
DOCX
El Contrabando de Maduro
DOCX
Sin tregua
PDF
Tejido de Comunicación y de relaciones externas para la verdad y la vida-ACIN...
Ensayo Grupos Paramilitares - Estrategia Estatal
A santos le importa un rábano el rompimiento de la tregua
La paz de Santos a bajo costo y con profundización de la militarización
Características del conflicto armado en Colombia.docx
Postura expositiva de la legitimidad del conflicto armado en colombia
Reseña libro tierra, conflicto y posacuerdo
Taller Profesora Sandra Ximena Caicedo respuestas
tablas de analisis pt.1
Algunas consideraciones sobre diversos temas del acuerdo entre las farc y el ...
Ensayo Paramilitrarismo
NOTA SOBRE LOS BORRADORES DE LA HABANA … HASTA AHORA
Resolución del rol del caso aplicando lecturas leidas en el 1 50%
¿Negociando la paz con el enemigo adentro? El poder de perjuicio de los milit...
Comunicado de las Farc
Boletin 162 de mano en mano
Gobierno de colombia & farc
El Contrabando de Maduro
Sin tregua
Tejido de Comunicación y de relaciones externas para la verdad y la vida-ACIN...
Publicidad

Más de Abel Enrique Sinning Castañeda (20)

DOCX
Hay decepciones en la vida
PDF
Informe cibercrimen 2017
PDF
Terrorism and-new-ideologies
PDF
Citizen security-in-latin-america-facts-and-figures
PDF
Delitos fuente-del-lavado-de-activos
PDF
2018 report-to-the-nations
PDF
Convivencia ciudadana 2017
PDF
El poligrafo proceso penal
PDF
Evaluacion programa oea_mexico
PDF
PDF
Los 3 pilares del marco safe
PDF
Transporte internacional mercancias
PDF
Tendencias del comercio lac
PDF
Beneficios sector publico
PDF
PDF
Acuerdos reconocimiento mutuo
PDF
Acuerdos comercio integracion_regional
PDF
Cuadernos de seguridad
PDF
Informe de Riesgos Mundiales 2018
Hay decepciones en la vida
Informe cibercrimen 2017
Terrorism and-new-ideologies
Citizen security-in-latin-america-facts-and-figures
Delitos fuente-del-lavado-de-activos
2018 report-to-the-nations
Convivencia ciudadana 2017
El poligrafo proceso penal
Evaluacion programa oea_mexico
Los 3 pilares del marco safe
Transporte internacional mercancias
Tendencias del comercio lac
Beneficios sector publico
Acuerdos reconocimiento mutuo
Acuerdos comercio integracion_regional
Cuadernos de seguridad
Informe de Riesgos Mundiales 2018

UN GOBIERNO CONTRA SUS FFAA

  • 1. ABEL ENRIQUE SINNING CASTAÑEDA asinning@hotmail.com - abensica@yahoo.com Colombia UN GOBIERNO CONTRA SUS FUERZAS ARMADAS Santos tiene problemas para cohesionar el Ejército, no porque esté en contra del proceso de paz, ni mucho menos, ni porque exista ruido de sables o amenaza de ruptura constitucional. ¡No! Los militares colombianos son respetuosos del poder civil y se someten al estado social de derecho, pero les preocupa cuál será el tratamiento político y jurídico que recibirán una vez se llegue a un “acuerdo de terminación del conflicto” con las FARC y cuál será el futuro de su institución. Es obvio. La experiencia demuestra que los militares van a la cárcel y los exguerrilleros al poder. Mientras los que enfrentaron a los criminales son perseguidos y privados de la libertad, muchas veces injustamente, quienes se dedicaron a extorsionar, asesinar, masacrar, violar, traficar drogas, enriquecerse ilícitamente y reclutar niños van directo al Congreso, ministerios o a la Presidencia de la República. A las Fuerzas Armadas las estigmatizan, las califican de instrumentos de terror estatal, y a los terroristas los exaltan como estadistas hasta graduarlos de héroes. Mientras a los soldados se les excluye, señala y repudia, a los criminales se les convierte en referente moral. Por eso la posición del saliente comandante de las Fuerzas Militares, general Leonardo Barrero, era clara: no se puede negociar a las FF.MM. en La Habana. Su planteamiento, compartido por un amplio sector de las fuerzas, es que no se deben pactar reformas al estamento castrense con Timochenko. ¿Razonable? ¡Por supuesto! Aceptarlo implicaría que son las FF.MM. las causantes de la violencia y por eso se deben intervenir de común acuerdo con los terroristas. Además, significa admitir que por ese camino la suerte jurídica de los militares no se resuelva en el Congreso ni en las cortes y dependa de Márquez y Catatumbo. ¡Triste historia! Los militares y policías que ofrendaron su vida en defensa de los derechos de los ciudadanos dependen ahora de las FARC. ¡Victoria fariana! En los pasillos del Ministerio de Defensa y entre altos oficiales se menciona que la barrida a Barrero tiene que ver con que, en el evento de rendición de cuentas efectuado hace tres semanas por el sector defensa, el comandante se atrevió a decir públicamente al presidente Santos que las FF.MM. no podían ser objeto de negociación en La Habana. Todo el resto que rodea su salida es escenografía montada con el cuidado que permitiera distraer la verdadera razón. Esas mismas fuentes reconocen que Barrero se salió del guión no sólo por su criterio frente al uso de la fuerza en el marco del DIH contra las bandas criminales, cosa que Sergio Jaramillo veta aún por encima del ministro Juan Carlos Pinzón, sino porque en una reciente reunión con presencia de varios generales en Villavicencio, que congregaba comandantes del Comando Conjunto del Suroriente, Barrero intervino públicamente después de Jaramillo con observaciones que aumentaron la inconformidad de ese sector del Gobierno. 313-6278003 313-6257840
  • 2. ABEL ENRIQUE SINNING CASTAÑEDA asinning@hotmail.com - abensica@yahoo.com Colombia La preocupación de los militares tiene fundamento. En el marco jurídico para la paz, nombre pomposo con el cual se bautizó la reforma constitucional que permite la impunidad para las FARC, metieron un mico que al parecer el Mindefensa aún no ve o ayudó a redactar: “Una ley estatutaria podrá autorizar que, en el marco de un acuerdo de paz, se dé un trato diferenciado para los distintos grupos armados al margen de la ley que hayan sido parte en el conflicto armado interno y también para los agentes del Estado, en relación con su participación en el mismo”. Sí, en “en el marco de un acuerdo de paz”, es decir, en el contexto de un Acuerdo en La Habana con las FARC, se definirá el tratamiento jurídico para policías y militares, una interpretación que se debe objetar. Tan honda es la preocupación en las filas, que el general, en su carta de despedida, luego de advertir que las FF.MM. están inmersas en una “coyuntura especial”, reconoce que tiene "la esperanza de que, con la unión de esfuerzos y el compromiso que nos caracteriza, nuestra institución no será objeto de negociación en escenario alguno, presente o futuro y bajo ninguna circunstancia”. Y más adelante, en la misma comunicación, Barrero pide el apoyo para la gestión del general de la Reserva Activa Jorge Enrique Mora, a quien reconoce la calidad de “representante en la mesa de conversaciones de La Habana”. Luego es evidente que la posición de Mora es la misma de Barrero. Al sacar a este se pretende romper esa llave y quitar el bastión sobre el que Mora se espera sostenga una fuerte posición de defensa de los intereses militares en la mesa con las FARC. Es forzoso entonces interrogarse sobre si lo que se buscaba al sacar a Barrero es debilitar a Mora. Este general, serio, respetado y escuchado por activos y retirados, es garantía; no obstante, juega solo, es decir, tiene que enfrentar la laxitud característica de Sergio Jaramillo en estos temas, el afán de Santos de firmar lo que sea y la codicia del Secretariado que ve en el proceso la oportunidad de pasar una cuenta de cobro y destruir a las fuerzas militares. No hay que olvidar que para los comunistas la “solución política negociada” no es más que una forma lucha revolucionaria. El mensaje de Barrero no debió fastidiar al presidente a menos que el temor de los militares corresponda a la realidad, caso en el cual la falta de transparencia del Gobierno no sería otra cosa que una emboscada. Con habilidad se trataría de adormecer a los militares para llevarlos a un escenario adverso en el que se imponga la transformación de las fuerzas armadas, diseñada a dos manos con las FARC, así se presente de otra forma por el Gobierno. Los militares y policías no son deliberantes. ¡No deben serlo! Les corresponde abstenerse de participar del debate partidista y están destinados a cumplir su labor en el marco del objetivo político fijado por el presidente. Eso no se discute. Pero tampoco caer en el extremo de pretender su silencio absoluto cuando se trata de sus garantías judiciales y del futuro de la propia institución. 313-6278003 313-6257840