Las nuevas tecnologías digitales están transformando el proceso de aprendizaje y el rol del profesor. El documento argumenta que el profesor debe adoptar nuevas funciones como facilitador de interacciones, promotor de asociaciones y sensibilidades. El aprendizaje ya no es una actividad racional sino un proceso integrado que involucra sentimientos, emociones y otras dimensiones humanas. El profesor debe crear ambientes de aprendizaje abiertos que valoricen la creatividad y autonomía de los estudiantes.