Los patrones funcionales de salud describen 11 áreas relacionadas con la salud desde un enfoque funcional, de desarrollo y cultural. Estos patrones permiten valorar a todas las personas independientemente de su edad u otras características. La valoración sigue un proceso que incluye la recogida de datos a través de entrevistas y observaciones, validación de la información, organización de los datos según los patrones funcionales, y registro de la información de acuerdo a la legislación sobre confidencialidad.