El documento analiza la situación económica mundial a principios de 2019, destacando indicadores como el rendimiento de los bonos y las tasas de crecimiento del PIB en EE. UU., China y Brasil. Se menciona la 'docilidad' de los bancos centrales, la creciente volatilidad y la debilidad en la economía empresarial reflejada en la disminución de emisiones high yield. Además, se señala que EE. UU. enfrentará déficits anuales significativos que aumentan la incertidumbre en las emisiones privadas.