La vitamina K es un grupo de quinonas requeridas para la coagulación sanguínea y la producción de glóbulos rojos. Se encuentra en verduras de hoja verde, tomates y cereales. La deficiencia causa sangrado espontáneo, mientras que los excesos no tienen efectos adversos excepto con la forma sintética K3. Las personas con problemas de absorción de grasas o que toman anticoagulantes deben monitorear su ingesta de vitamina K.