La Web 1.0 era estática y de solo lectura, mientras que la Web 2.0 permitió la participación e interacción de los usuarios a través de plataformas sociales. La Web 3.0 agregó metadatos semánticos para enriquecer la comunicación y hacerla más inteligente. Finalmente, la Web 4.0 busca unir las inteligencias de personas y objetos a través de tecnologías como la inteligencia artificial para generar comunicación ubicua y toma de decisiones.