Para instalar Windows 7 junto a otro sistema operativo como Windows XP o Vista, es necesario particionar el disco duro para dejar espacio libre para la nueva instalación. Una vez creada una partición de al menos 16GB con formato NTFS, se puede iniciar la instalación de Windows 7 seleccionando la opción de instalación personalizada y especificando la nueva partición. El proceso de instalación automático crea un menú de arranque que permite seleccionar entre Windows 7 u otro sistema operativo instalado previamente.