Sigmund Freud propuso que el desarrollo psicosexual humano ocurre a través de cinco etapas: oral, anal, fálica, de latencia y genital. Cada etapa se centra en una zona erógena del cuerpo y el placer asociado con ella. Si una etapa no se supera adecuadamente, puede conducir a fijaciones que afectan el comportamiento y la personalidad futura del individuo.