La identidad de género se desarrolla entre los 2 y 4 años cuando los niños reconocen si son niño o niña. Durante este período es normal que experimenten con diferentes roles de género. Dejar que los niños se disfracen del género opuesto es aceptable. Algunos niños pueden sentir repulsión por sus genitales o esperar que desaparezcan. La identidad de género puede ser cisgénero, transgénero, travesti, transformista o genderqueer.