Joshua y Jonathan programaban intensamente con la esperanza de que uno de sus programas tuviera éxito comercial. Luego de meses de arduo trabajo, uno de sus programas llamó la atención de Google, quienes hicieron un contrato con ellos. Esto les permitió a Joshua y Jonathan vender su programa a muchas empresas y generar una fortuna que les posibilitó comprar las cosas que siempre habían soñado.