Un ambiente gráfico de Linux proporciona elementos como iconos, ventanas, menús y barras de tareas para facilitar la interacción del usuario. Algunos elementos clave son el puntero del mouse, iconos que representan aplicaciones y archivos, ventanas para contenido, menús desplegables y cuadros de diálogo. El escritorio muestra accesos directos y la barra de tareas controla aplicaciones activas.