Para que ocurra un ciclón, se requieren varias condiciones: temperaturas oceánicas superficiales superiores a 27°C, fuerza de Coriolis suficiente para animar la rotación ciclónica entre 5° y 20° de latitud, y ausencia de fuertes corrientes de viento verticales que impidan la formación de torbellinos bien desarrollados. También se necesita un doble campo de presiones con baja presión en las capas bajas y medias de la troposfera y alta presión en las capas altas, así