La cocina renacentista en Italia experimentó un gran desarrollo, inspirándose en la cocina medieval pero adoptando nuevos ingredientes y técnicas culinarias más refinadas. Se valorizaron especialmente las carnes, pescados y verduras de cada región italiana, y surgieron destacados chefs que elevaron la alta cocina italiana. La publicación de recetarios también confirmó el interés por el arte culinario. Cada zona de Italia desarrolló platos típicos basados en sus productos locales y tradiciones culinarias.