La evaluación horizontal es un método flexible que facilita el aprendizaje entre pares mediante autoevaluación y revisión externa, permitiendo a los equipos de contextos diversos mejorar sus prácticas. Este enfoque ha sido desarrollado por Papa Andina, aplicándose en diversas experiencias en los Andes y África desde 2004, y ha generado una guía participativa para optimizar metodologías destinadas a beneficiar a los pobres. Se destaca por su neutralidad en relaciones de poder y su adaptabilidad a objetivos complejos, promoviendo un entorno de aprendizaje dinámico y colaborativo.