El documento aborda el derecho a la participación de niñas, niños y adolescentes, definiéndola como la capacidad de influir en decisiones que les afectan, lo que fomenta su autodeterminación y empoderamiento. A pesar de los avances normativos y políticos en Perú para promover su participación, esta sigue siendo limitada debido a diversas barreras, como la percepción negativa de adultos sobre su capacidad. Se destacan desafíos para mejorar esta situación, incluyendo la necesidad de capacitación para adultos y la creación de espacios de participación efectiva.