Los monitores CRT funcionan enviando haces de electrones a alta velocidad desde un cátodo hacia un tubo cubierto de material fosforescente, el cual emite luz cuando es golpeado por los electrones. Estos puntos de luz se agrupan en tres colores - rojo, verde y azul - que al combinarse pueden crear todos los demás colores. Una máscara bloquea selectivamente los rayos para que solo enciendan los puntos de color asignados y formen la imagen en la pantalla.