Este documento analiza el papel del estado-nación en el contexto de la globalización y el reordenamiento internacional. Sostiene que aunque la globalización ejerce presión para cambiar la concepción del estado, el estado-nación no desaparecerá en el futuro cercano. Mientras que algunos elementos estructurales del estado se ajustarán a los desafíos de la globalización, el estado se adaptará a la realidad política según los contextos históricos. También argumenta que la globalización económica requiere una mayor integración