El cura y el barbero visitaron a don Quijote después de casi un mes sin verlo. Lo encontraron sentado en la cama, vestido con una almilla verde y un bonete rojo. Habló con gran juicio y elegancia sobre su salud y otros temas como la política y el gobierno. Discutieron cómo mejorar la sociedad y reformar costumbres, pareciendo legisladores. Don Quijote habló con tanta discreción que el cura y el barbero creyeron que había recuperado completamente la razón.