El acoso sexual se define como una forma de violencia en la que una persona ejerce poder sobre otra de manera reiterada con intenciones sexuales no deseadas, creando un ambiente hostil. Puede tomar la forma de comentarios, gestos, tocamientos u otras conductas físicas o verbales de naturaleza sexual sin consentimiento que causen incomodidad o humillación a la víctima. El acoso laboral implica una jerarquía donde el acosador usa su posición de poder para condicionar favores sexuales.