Los factores físicos y químicos son importantes en los ecosistemas porque determinan las relaciones entre los seres vivos y el medio ambiente. Los factores físicos incluyen características como la temperatura, la luz y el movimiento del suelo, mientras que los factores químicos incluyen la acidez, los nutrientes y la salinidad. Las actividades humanas han contaminado el ambiente y aumentado los gases de efecto invernadero, lo que causa el cambio climático y afecta a la biósfera.