El documento discute la importancia de evitar el lenguaje discriminatorio en términos de género en el sistema educativo ecuatoriano. Aunque existe preocupación por este tema, no hay consenso entre los lingüistas sobre cómo abordarlo específicamente en español. Por lo tanto, en este documento se opta por usar términos genéricos e inclusivos siempre que sea posible, así como la forma masculina tradicional cuando sea necesario por limitaciones del lenguaje. El documento también proporciona información sobre las autoridades educativas del Ecuador en 2012